El estudiante y el reloj

Encontré está historia que me pareció de lo más interesante. La guardo en mi registro digital abierto, blog, bitácora o como se le llame en el momento en que esto se este leyendo. Desconozco al autor.

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Érase una vez en un lugar no muy lejos de donde te encuentras, un estudiante necesitaba dinero para pagar sus gastos.

El estudiante tenía un reloj que había estado en la familia durante tres generaciones. El estudiante le preguntó al abuelo si estaba bien vender el reloj.

El abuelo dijo: “Es tu reloj, véndelo si es necesario. Ve a la casa de empeño y luego a una joyería, pregunta a cada uno cuánto te ofrecerán. Luego regresa y dime lo que encontraste.»

El estudiante fue a la tienda y a la tienda, regresó y le explicó: “La casa de empeño dijo que el reloj estaba bastante gastado y me ofreció $50.00. La joyería dijo que el reloj necesita ser restaurado y me ofreció $150.00”.

El abuelo entonces dijo: “Por favor, ahora ve al museo y muéstrales el reloj”. El estudiante lo hizo y le dijo al abuelo: “¡El curador del museo dijo que el reloj es un reloj muy raro que podría incluirse en sus preciosas colecciones de antigüedades y me ofreció $5,000.00!”.

El abuelo luego dijo: “Te pedí que fueras a los tres lugares para ayudarte a comprender que las personas y los lugares correctos te evaluarán y respetarán por lo que realmente eres. Si estás con las personas equivocadas o en el lugar equivocado, tus verdaderos méritos no serán apreciados por completo”.

Moraleja de la historia:
Estar con personas y en lugares que reconozcan y aprecien tu verdadero valor. Evitar las personas y los lugares que no lo hacen.

El resto de la historia:
El estudiante le dijo al abuelo: “Voy a conseguir un trabajo para ganar dinero para mis gastos. Mantendré el reloj y se lo pasaré a mis hijos para ayudarlos a comprender este importante mensaje”.

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2 comentarios

  1. Muy linda y acertada moraleja. En estos tiempos complejos, los códigos que construyen el concepto de “valor” están reajustándose. Es acertado rodearse de personas que nos nutran (y a quienes nutrir) y convivir en organizaciones que reconozcan, respeten y aprecien el valor que las personas aportamos.

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