Columna publicada originalmente en Pulso Capital
Durante 2021 todos escuchamos sobre “el juego del calamar”, “nuevas dosis de vacunas” y palabras como “ómicron”.
Sin embargo, detrás de todo esto también hubo otra gran tendencia que no fue tan evidente, pero que gracias a las estadísticas de búsqueda en Google ha sido visible y me refiero a la tendencia que refleja los cambios de preferencias laborales o planes de vida en relación a la generación de ingresos: se buscó más “como iniciar un negocio” que “como conseguir un trabajo”.
A nivel de empleos, el impacto de la pandemia es peor de lo imaginado
Durante la pandemia, miles de personas vieron cómo su vida cambiaba inmediatamente debido a la perdida de su trabajo. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), durante los primeros 6 meses del 2020 se perdieron el equivalente a 400 millones de empleos a tiempo completo y se registró una caída del 14% en las horas de trabajo a nivel mundial.
Naciones Unidas ha tenido que actualizar sus informes, indicando que la pérdida de empleos por la COVID-19, es peor de lo que se esperaba.
Por supuesto que los informes de estas grandes instituciones no logran reflejar el drama que esto ha significado. Cientos de personas con responsabilidades, que de un día para otro se encontraron sin una fuente de sustento y además, muchos con los niños en casa. Unos pocos, con suerte, lograron adoptar el teletrabajo y seguir desde sus hogares colaborando con empresas.
No es extraño que, en este contexto, también hayan surgido mucha innovación y emprendimiento. Platón, antiguo filósofo griego lo tenía todo muy claro al decir que “la necesidad es la madre de invención” y sin duda, la COVID-19 nos obligó a reinventarlos y sacarle provecho al tiempo y los recursos que disponíamos.
La OMPI (Organización mundial de la propiedad intelectual) alcanzó un máximo histórico en 2020 de registro de patentes internacionales. El detonante no fue nuestro deseo innato de innovar y mejorar lo que hacíamos, al contrario, fue la gran necesidad y carencia que generó la pandemia.
El emprendimiento Latinoamérica en ascenso
Hoy emprender es una necesidad, aunque también esta de moda. Especialmente en Latinoamérica. Hace unos días mencionaba con amigos que finalmente en LATAM estábamos viendo los efectos de lo que llamo “la gran rotación”. Me refiero a la gran rotación de capital de riesgo. Vemos todos los días noticias de empresas y negocios tecnológicos de la región recibiendo grandes rondas de inversión. Países como Brasil y México ya no son parte de los titulares por hechos de política o corrupción, sino por sus empresas tecnológicas que acaparan la atención de todo el mundo. En LinkedIn veía el comentario de alguien que decía que las empresas Fintech de Europa y Estados Unidos ahora se describen como “El Nubank de tal o cual región”. Hay que recordar que Nubank, es una empresa de origen brasileño que recientemente alcanzó una capitalización bursátil de USD$41,500 millones en su exitosa salida a la bolsa de Valores de Nueva York. Y se han convertido en el banco más valioso de Latinoamérica.
Gracias al emprendimiento, podemos llegar a cumplir nuestros sueños de llegar a ser líderes como Elon Musk, o Carlos Slim. De llegar hasta las estrellas y no solo satisfacer nuestras necesidades económicas.
Pero elegir este camino tiene un par de cláusulas importantes a considerar: implica más trabajo, más tiempo, más tenacidad, soledad en algunos casos y más amor por el riesgo.
Lo que no se dice acerca de la carrera del emprendimiento
Lo que los titulares no dicen es que Daniel Vélez, el fundador de NuBank, ya tenía experiencia en temas de inversión de riesgo (antes de fundar la empresa trabajó en Sequoia Capital) y que durante más de 5 años le tocó luchar contra vientos y mareas.
Hace unos días Platzi (una edtech de Latinoamérica) cerro una nueva ronda de inversión de más de USD60 millones de dólares. Lo que nadie ve, es que Fredy Vega y Christian Van Der Hents (sus fundadores), llevan más de 20 años trabajando en el sector de educación y capacitación online (Christian anteriormente a través de Maestros del Web y Fredy con la comunidad Cristalab). Es decir, estas historias que vemos son resultados de años de trabajo, de muchísimo esfuerzo y un poco de buena suerte.
Emprender no es salir a probar fortuna, al contrario, es conectarnos con las necesidades que hay en el mercado y buscar la mejor manera de resolver dicha necesidad, aunque nos tome todo el tiempo de la vida y todos nuestros recursos. Emprender es tener la suficiente cintura, persistencia y tenacidad para afrontar los imprevistos.
La firma Cuantico Capital tiene un manifiesto, que explica algunos principios a los que debemos prestar atención si queremos iniciar un negocio que pretende ser exitoso. Uno de los favoritos reza lo siguiente: un emprendedor es alguien que necesita y abraza la incertidumbre.
Ambos planes de vida tienen sus ventajas y desventajas (emprender o trabajar en una empresa), y en el 2022 la clave consistirá en comprometernos a largo plazo en la elección del camino que estemos recorriendo.