Muy atrás en mi infancia y habiendo apenas aprendido a escribir, sentí una vez una extraña emoción y tracé unas cuantas palabras semirrimadas, pero extrañas para mí, diferentes del lenguaje diario. Las puse en limpio en un papel, preso de una ansiedad profunda. Era un poema dedicado a mi madre. Completamente incapaz de juzgar mi primera producción, se la llevé a mis padres. Ellos estaban sumergidos en una de esas conversaciones en voz baja que dividen el mundo de los niños y el de los adultos. Les alargué el papel con las líneas, tembloroso aún con la primera visita de la inspiración. Mi padre, distraídamente lo tomó en sus manos, distraídamente lo leyó, distraídamente me lo devolvió, diciéndome: ¿de dónde lo copiaste?… y siguió conversando en voz baja con mi madre de sus importantes y remotos asuntos».
Pablo Neruda, en Confieso que he vivido.
En mi caso no es porque alguien este matando mi creatividad, sino todo lo contrario, estos días han sido de muchas ideas, lamentablemente el tiempo como cualquier recurso, es un bien limitado y se me ha ido como hojas llevadas por el viento. He tenido una buena carga de trabajo, no solo de mi responsabilidad como analista y seo, sino también por la Universidad y otros proyectos personales. Así que les confieso de forma similar a Neruda que simplemente no he escrito…
4 comentarios
Son etapas… a veces con muchas ideas pero escaso tiempo para plasmarlas y en caso contrario, abundante tiempo pero nada se cruza por la cabeza. Suerte en la u y demás proyectos, ya habrá tiempo para leerte de nuevo. Siempre hay tiempo.
Son etapas… a veces con muchas ideas pero escaso tiempo para plasmarlas y en caso contrario, abundante tiempo pero nada se cruza por la cabeza. Suerte en la u y demás proyectos, ya habrá tiempo para leerte de nuevo. Siempre hay tiempo….
@ Sakis:
Gracias amigo!! así nos toca a los universitarios verdad?? 😉 Saludos!