Era un día cualquiera en el intervalo cerrado y acotado delimitado por el primer y el último día de clase del sexto semestre. El despertador sonaba con periodo constante, pero un campo atractivo que parecía infinito me mantenía con una normal mayor que cero sobre las sábanas.
Sin duda pesaban sobre mí los efectos del día (n-1). Cada vez me parecía menos congruente salir con mis semejantes en busca de la aplicación biyectiva que me hiciera corresponder un elemento en el espacio vectorial femenino. Pese a que invertía en ello considerables esfuerzos, el trabajo resultante siempre era nulo. Debía ser que pertenecía al núcleo de f sin saberlo… Pero aún no había sido capaz de demostrarlo.
Para todo x perteneciente al resto del mundo es tan fácil hallar su f(x) correspondiente…! Todos parecen contentarse con aproximarse a la tangente de dos theta, tender asintóticamente al seno. Sin embargo, mis desarrollos de conversación con ellas nunca superaban el primer grado, yo siempre era reducido a un infinitésimo tan rápido como uno partido de ene factorial (1/n!).
Por fin, y con una gran impulsión, conseguí abandonar la cama en el instante t. Era el principio de una mañana de utilidad marginal infinitesimal, pero si no me levantaba ese infinitésimo tendría un orden todavía mayor, así que decidí prepararme un épsilon de café y afrontar la sucesión de problemas que la jornada deparaba. Mi renta disponible amenazaba con abandonar el cuerpo de los números reales, adentrándose en el terreno imaginario.
Mi voluntad de ponerme a estudiar parecía no estar definida en este tramo de t, cualquier otro punto de energía potencial era prácticamente inalcanzable a menos que una fuerza externa me sacase de este indeseable equilibrio. Todo esto implicaba que las cosas no marchaban bien, demostré sin esfuerzo -por reducción al absurdo- que para todo intento de hacer algo de provecho existiría algún agente externo que lo impidiera. Un exceso de variables exógenas nublaron mi hipótesis inicial.
Miré por la ventana… Sin duda había un mundo caótico ahí afuera, carente de toda linealidad. «Si me resulta tan complicado a mí, cuánto más no le resultará a toda persona distinta de mí, que ignore las matemáticas y la física que rigen la naturaleza». Existirá un n sub cero a partir del cual todo día será mejor…
PD: Para todos aquellos que piensen que me he olvidado del blog, no es así amigos. Resulta que se aproxima a pasos agigantados el fin de semestre, por lo cual estos últimos días es cuando más trabajos me están dejando y cuando menos tiempo tengo para dedicarle al blog. Se que hace apenas unos días salio Ubuntu 8.10 y que yo no he escrito nada… jiji pero prometo hacer algo al respecto!
Un saludo si es que alguien aún me lee! 🙂
15 comentarios
muy bueno, aunque siento no ser capaz de enterarme de todo por falta de conocimientos, aunque espero llegar a entender todo esto de aqui a unos años. por cierto muy buena la imagen de phelps, me estuve riendo un buen rato
jajaja, la vida se fue por el retrete… y que hemos aguantar y tratar de comprender las cosas de la forma científica… ¿qué otra nos queda?
muy bueno
jajaja, que buen cague de risa!!!, la parte de querer hacer algo, pero siempre hay «agentes externos» me pareció lo mejor.
Y despues de todo… solo somos ingenieros… jeje
jajaja Que buen post, aunque no se que alegas si nunca has tenido vida social xD… por cierto apoyo lo de: yo siempre era reducido a un infinitésimo tan rápido como uno partido de ene factorial (1/n!). jajaja
Que bueno xD
Me quedo con este: Mi voluntad de ponerme a estudiar parecía no estar definida en este tramo de t.
la verdad fue dicha.
Hm… le entendí al post, creo que también tenía una vida…
Yo ya soy ingeniero y todavía no tengo vida!
Haha, mi risa tendía a infinito. Lo triste es que comprendí los chistes. Bueno… pero no me imagino estudiando otra cosa. Saludos!
JAJAJ el título es muy jocoso igual que el artículo.
jajajaja… !!!: k mate d risa mucha…
un poco atrasado … en leerlo pro .. acabo de dscubrir el blog..
la vrdad mucha k .. nosotros.. los aspirantes a un titulo de ingeniería, desde el momento que decidimos meternos la guayaba… dejamos atrás a la vida..
y hacerles una vida a los infelices usuarios…
k magnanimos somos.. …
nos merecemos el premio novel d la paz…
MUY BUENA FILOSOFÍA… JAJAJAJAJAJ… SOLO CON EL TEMA «YO TUVE UNA VIDA, PERO DESPUÉS ENTRE A INGENIERÍA» RESUMISTE LO QUE NOS PASA A LOS ESTUDIANTES DE INGENIERÍA… SALUDOS
@Kevin:
Jajaja si cabal, saludos Kevin!!