Hoy navegando por LinkedIn encontré un comentario de Matthew Carpenter-Arevalo, un colega que ha tenido la experiencia de colaborar en grandes empresas como Google y Twitter.
Su reflexión me pareció tan acertada y valiosa que he decidido replicarla en este blog porque precisamente me recordó una perspectiva personal que considero importante de documentar y que luego explicaré:
«Tengo dos amigos, una pareja, que estaban construyendo una empresa de flores orgánicos, exportando desde Ecuador. Hicieron una venta grande y nunca se les pagaron. Decidieron cerrar el negocio y dedicarse más bien al chocolate orgánico, llevando consigo todas las lecciones del mundo de flores. Esa empresa ahora se llama Pacari Chocolate y es tal vez el mejor chocolate del mundo. La moraleja: nunca sabes qué estás construyendo con tus fracasos, pero estás construyendo algo. Cuando [nos] sentimos deprimidos por no alcanzar la expectativa, no perdamos de vista el aprendizaje y la dirección que estamos adquiriendo en el proceso.»
La importancia de olvidar y recordar
Creo que tengo una habilidad o al menos así lo considero. Aprendo muy rápido cuando deseo aprender algo… y olvido muy fácil cuando así lo deseo también. En la escuela y la universidad fue una gran ventaja. Normalmente con un breve repaso de los libros de texto podía prepararme para los exámenes y por supuesto que también así de rápido, a los pocos días olvidaba los principales detalles, sin embargo, aquello que realmente me impactaba, aquello que me aportaba valor quedaba siempre en mi mente. Así es como hasta el día de hoy puedo recordar cifras exactas de cosas y hechos que me parecen o parecieron sorprendentes.
Resulta que desde la perspectiva de negocios es algo que ha sido útil. Con cada fracaso que he tenido y gracias al tiempo olvido el dolor del proceso, olvido las burlas, olvido los miedos y lo dañino del proceso. Por otro lado recuerdo muy bien las lecciones, recuerdo los aprendizajes, recuerdo lo que debo cambiar o mejorar para no volver a cometer el mismo error.
Y al igual que con los amigos de Pacari, los fracasos han sido valiosas lecciones de vida, los veo útiles y evidencia de que al menos algo se ha intentado.
Pienso en este momento en la frase «El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo». Para mi esto es cierto. Y no lo dijo cualquier hombre, lo dijo una gran personalidad que cambio el curso de la historia. El incansable Winston Churchill.