En el mundo digital no es como en los cuentos de hadas… acá no habrá un príncipe que pueda venir a rescatarte del bochorno que hagas con tu marca personal.

En mi bello país Guatemala, rico en cultura y conversación… (Ya que somos demasiado sociales) últimamente ha estado muy de moda que personalidades, periodistas, políticos y personas “influyentes” cometan errores graves en la gestión de sus canales de comunicación personales (es decir sus perfiles públicos de Twitter o Facebook).

Si yo quisiera listar nombres y casos mal gestionados la verdad es que haría el artículo muy largo. Así que  puntualmente quiero abarcar solamente un caso: hace algunos días una chica molesta por llegar tarde a su trabajo bloquea carril en plena hora pico del tránsito. Esto no sería extraño bajo las condiciones normales de una protesta, sin embargo la diferencia con esta señorita es que ella era la única “protestando”. ¿Qué sí estuvo bien o mal lo que hizo? Yo no tengo ningún derecho de juzgarla y tampoco es esa la razón de este artículo. Mi punto es que si ahora alguien busca el nombre de esta chica, incluso antes de su perfil de Twitter o Facebook salen otros resultados: