Columna publicada el 06 de diciembre de 2021 en Pulso Capital.
“No tengo tiempo” es una de las frases más comunes de la actualidad. En Google Trends los picos de búsqueda de esta frase durante los últimos 5 años se dan en principalmente el 2021.
Hace unos días hablando con mi esposa le decía que en muchos aspectos hoy vivimos en el ámbito de la saturación. Un ejemplo es el exceso de opciones de entretenimiento (cine, TV, opciones de streaming, parques, centros comerciales, lugares turísticos, restaurantes, etc). Cuando salimos a alguna actividad social, normalmente hay colas para ser atendidos o tiempos de espera dilatados. La “cola del tráfico” o el tiempo de movilización es tan solo un aspecto más de la saturación en la que vivimos.
Para excusarnos de porque no hemos realizado una actividad, actualizado nuestro conocimiento en algún programa, visitado un nuevo lugar o compartido tiempo con amigos y familiares decimos que “no tenemos tiempo”. A nivel de estímulos sonoros, la bocina de los vehículos en el tráfico se ha hecho algo familiar.
Es curioso ver que, según el Banco Mundial, la riqueza mundial ha aumentado. De acuerdo con el informe «La riqueza cambiante de las naciones», la riqueza mundial aumentó considerablemente entre 1995 y 2018, y los países de ingreso mediano están alcanzando el mismo nivel que los países de ingreso alto. Sin embargo, esta es simplemente otra perspectiva de la saturación: abundancia de recurso económico.
Todo exceso implica la degradación o reducción de algún insumo, y si bien desde la perspectiva de riqueza material, lo que está pagando hoy los costos de tanto crecimiento son los recursos naturales renovables, en el ámbito de nuestro día a día, el costo de tanta saturación lo pagamos con nuestro tiempo. Sin importar nuestro nivel socioeconómico, todos con cada vez más frecuencia decimos “no tengo tiempo”.
Por eso hoy Pareto está mas vigente que nunca. Esta ley de enfoque establece que el 20% del esfuerzo destinado a una tarea genera un 80% de los resultados. Es decir, si nos enfocamos en las cosas importantes, si de verdad un tema es prioridad, sin duda tendremos tiempo.
Tener todo el tiempo ocupado, cargados de actividades, “sin tiempo para respirar” debería ser una alerta de que estamos fallando.
Así como destinamos tiempo para trabajar, también debemos destinar tiempo para otras actividades que nos permitan conectar puntos y desarrollar nuestro pensamiento lateral.