- Tu familia te hará reclamaciones, porque «trabajas mucho», «nunca te ven».
- Tus empleados te harán reclamaciones, porque sentirán que los estás explotando, sin entender que estás compartiendo el beneficio pero no el riesgo.
- Tus acreedores te harán reclamaciones, porque sentirán que te estás haciendo rico a costa de ellos.
- Tu salud te hará reclamaciones, porque habrá días que no comas bien, que no duermas lo suficiente, que no hagas ejercicio, que tu mente no descanse, por estar enfocado en sacar adelante tus proyectos.
Si las cosas salen bien, te tendrán envidia, hablarán de ti, dirán que tuviste suerte, que hiciste fraude, que te lo regalaron.
Si las cosas salen mal, dirán que eres un tonto, hablarán de como «se debería haber hecho» (aunque ellos nunca lo hayan hecho o intentado siquiera), te reclamarán, se indignarán.
Si hay ganancias, si hay fama, tendrás muchos, muchos, muchísimos mejores amigos, todos ellos falsos.
Si hay pérdidas, nadie te dirá: ¿Necesitas ayuda?, ¿Necesitas un préstamo?, ¿Te ayudo a recomenzar?
En general familiares, clientes, proveedores, empleados, pareja, te criticarán, te culparán, te exigirán.
Por ello ser emprendedor, ser empresario, es una de las labores más honrosas y dignas de admiración que existen.
Hay mucho en juego y casi nadie lo valorará.
Y aún así, tienes fé, tienes esperanza, tienes anhelo, luchas por un sueño y estás mejorando la vida no sólo tuya, sino de todos los involucrados.
Otros se preocupan por llevar comida a su mesa. Tú emprendedor, empresario, te preocupas por llevar comida a varias mesas, además de la tuya.
Por ello te felicito, te admiro, te aplaudo, te respaldo, te acompaño, te escucho. Porque sólo quien carga el saco, sabe lo que pesa.
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Esta reflexión fue compartida por Mario Peña, Presidente de La Megapaca el día que lo conocí en un club de lectura. Fue un día interesante que probablemente no olvidaré en mucho tiempo porque:
- Conocí a este gran empresario. Francamente no imaginaba lo grande que era Megapaca pero realmente lo es y da gusto conocer a personas con su capacidad, criterio, humildad y que con tanta pasión compartir hasta los tips más secretos de su industria. En definitiva una clase magistral de negocios.
- Obtuve el libro de Andrés Oppenheimer, un libro que desde que lo he empezado me ha atrapado. Andrés cuenta como luego de entrevistar a muchos emprendedores ha descubierto que algo que limita a los latinos a la hora de hacer negocios es es el rechazo al fracaso. No estar dispuestos a darlo todo y aceptar que a veces cometemos errores y que necesitamos empezar de nuevo es quizá lo que más drena que no logremos tener grandes emprendedores.
- Hubo un tráfico terrible en la ciudad de Guatemala. Inicios de mayo… caida de lluvias torrenciales. Me dolían las piernas por el tiempo que pasé en el tráfico (además que justo me había empezado una gripa súper intensa).
- Coaching recibido. Mi socia, una mente brillante para negocios y finanzas siempre dándome lecciones en áreas que francamente se que debo ir mejorando.
- Futuro de las finanzas. Criptomonedas, Big Data. Palabras que en 2018 están de moda y que sigo aprendiendo. Debo reconocer que soy un novato en eso del Blockchain y Bitcoin así que participé en un evento organizado por el periódico Prensa Libre. Me pareció bien que hicieran la conferencia. Más que todo porque de acuerdo al libro de Ismael Nafria (La reinvención del New York Times), los eventos son una interesante línea de negocios que los medios pueden aprovechar.
- Y por supuesto esta reflexión que no se si es de Mario o de alguien más (busque en Google pero no encontré al autor) lo cierto es que me encantó y la he querido dejar plasmada acá para que dentro de unos años cuando la quiera volver a consultar, tenga un lugar seguro donde encontrarla.