Es viernes y son las 4 de la tarde. Estando frente a la computadora trabajando veo que recibo un email de Beckie. Su mensaje llego a la bandeja de entrada de mi correo electrónico a las 3.43 así que pienso «Este email acaba de ingresar, lo leeré y lo responderé mañana o quizá el lunes».
Sin embargo al empezar la lectura del email me invade una sensación de sorpresa e indignación. Esto hizo que 1 hora después yo ya hubiera resuelto y contestado el email. A las 5 de la tarde decidí salir a caminar, observar mi barrio y respirar el aire del alrededor. Me di cuenta que no estaba aprovechando lo que ya tenia.
Me sorprendió el mensaje de Beckie porque lo primero que me comenta literalmente es: Hola Jose! ¿Cómo has pasado la semana? Acá estamos en un frio para matar.. Con el viento estaba -27 C ayer por la noche!! Estoy rezando para que la primavera llegue pronto!
Vivo en Guatemala, en la región sur de la ciudad y el clima realmente es muy agradable. Mi país tiene varios problemas como muchos otros… pero el clima no es uno de ellos. Durante verano, primavera e incluso invierno no nos podemos quejar de sufrir de temperaturas extremas. Y esto es lo que me sorprendió. Teniendo tardes con climas tan placenteros ¿Porque no lo aprovecho? ¿Porque no valoro todo lo que implica estar donde estoy?
Realmente me gustaría valorar más lo que ya tengo. Una familia, amigos, clima agradable, una empresa exitosa, salud y fuerza…
La moraleja de la historia se cuenta sola, simplemente no podemos esperar a que alguien más venga y nos cuente lo mucho que desea lo que tenemos para que nosotros lo valoremos. Seamos más conscientes de nuestro alrededor. Hagamos el cambio en nuestro entorno aprovechando lo que ya tenemos.
