Columna publicada originalmente en el Diario de Centroamérica
El 11 de abril CNN publicó que ahora en Estados Unidos las compras de pánico son por el tinte de cabello. El COVID-19 ha cambiado de manera sorprendente nuestro comportamiento.
Muchos hablan de una potencial crisis económica superior a todas las vividas en los últimos 100 años.
Por otro lado, las consultoras afirman que, derivado de los confinamientos, cientos de industrias se están digitalizando, haciendo que florezca la innovación.
En medio de todo esto, las marcas guatemaltecas han estado muy atentas al tema, sin embargo, perdiendo una gran oportunidad de conectar y de promover un liderazgo positivo.
En un análisis realizado por iLifebelt, luego de monitorear más de 22,000 conversaciones digitales a nivel nacional sobre coronavirus, vemos que la mayoría de estas han sido generadas por usuarios, medios de comunicación y periodistas.
Luego de que el Presidente decretara las medidas iniciales, el 13 de marzo, los guatemaltecos con acceso a internet incrementaron su tiempo de consumo de redes sociales.
En medio de estos cambios de comportamiento, la mayor parte de las marcas no se han sabido adaptar lo suficientemente rápido.
Los análisis de crisis anteriores demuestran que las marcas que logran retener más fielmente a sus consumidores son las que redoblan esfuerzos fortaleciendo su comunicación y adaptando sus mensajes a las necesidades emocionales que los consumidores tienen en medio de una crisis.
Debido al customer journey, una marca principalmente tiene que comunicar mensajes comerciales. Sin embargo, cuando se dan situaciones como las que estamos viviendo existe otra línea comunicacional que se debe adoptar y que forma parte del citizen Journey, donde la marca se enfoca en aportar mensajes relevantes para la crisis, lo que hace que las personas se sientan más tranquilas e informadas.
Esto es lo que casi ninguna marca ha hecho, lo cual resta credibilidad y potencial comercial, puesto que todos valoramos a aquellos que nos apoyan cuando estamos en problemas, y esto, por supuesto, aplica también para las marcas.
Por eso es importante que las marcas se apoyen en empresas que les provean recomendaciones para mejorar su comunicación y potencializar su alcance digital.
En Guatemala, instituciones como Agexport cuentan con comisiones como la de Economía Naranja, la cual aglomera a empresas que hoy están acompañando a cientos de marcas a adaptarse a los nuevos esquemas para garantizar continuidad de ventas y de negocios.
Bajo el contexto actual podemos parafrasear un comentario escrito por Darwin: “Las marcas que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio. En la lucha por la continuidad de negocios, las marcas más aptas ganan a expensas de sus competidores porque consiguen adaptarse mejor a su entorno.”